jueves, 25 de abril de 2013

ZAPATOS, MI MEJOR COMPLEMENTO!!!

Personalmente, son para mi el complemento perfecto para un buen look. Mi devoción hacia ellos, es la que me dio la idea de crear esta nota. Como todos sabemos, los zapatos fueron inventados hace miles de años y tienen una larga historia. En la actulidad, este fetiche de muchos, son considerados verdaderas obras de arte.

En Estados Unidos, se encontró una sandalía que data desde el 7000 a.C, siendo considerada el primer modelo de zapato, pero fue solo despues del 3500 a.C, que se empezó a utilizar el zapato fabricado en cuero. De aqui en adelante, la fabricación de calzado, a variado segun las técnicas y conocimientos de cada época, ya sea por necesidad o por moda. Voy a compartir con ustedes, un articulo que encontre sobre la historia del calzado femenino y su evolución.


En Egipto, el calzado se consideraba símbolo de poder y mando. Las mujeres de la corte del faraón usaban sandalias confeccionadas con papiro o fibras de palmera. Los pobres —desde luego— iban descalzos.



Las chinas vendaban fuertemente sus pies contradiciendo a la naturaleza, para que no les crecieran; de tal manera, los pies, cuanto más pequeños, eran una fuente de codicia erótica y merecían una más ventajosa unión matrimonial. Y esos pequeñísimos pies calzaban unos zuecos con plataforma que obligaban a un desplazamiento sinuoso y ondulante.



Los griegos, inventores del teatro, crearon los primeros tacos altos para elevar la altura de los actores, pero las damiselas usaban sandalias de cuero crudo que se trenzaban alrededor del tobillo y las piernas, hasta debajo de las rodillas.


Las mujeres romanas adaptaron el modelo griego y le agregaron color al cuero: rojo, amarillo, verde y blanco. Algunos diseños actuales —como las guillerminas—, se inspiran en el calzado del siglo V, como los encontrados en los mosaicos de la Catedral de Ravena.
Caminar por calles de tierra y piedras con tan precario calzado, debe haber sido sumamente incómodo. Por eso, la creatividad de los talabarteros y costureras fue aguzando el ingenio para complacer a su clientela femenina, que se quejaba de tales inconvenientes.
Es así como, en el siglo XII, se logra dar forma diferente al pie derecho del izquierdo, y en el siglo XIII aparece la suela.
La industria del calzado avanza y en 1272 se establece el gremio de los zapateros, uno de los primeros reconocidos en Inglaterra. El cuero que utilizaban —procedente de Córdoba, España— era de excelente calidad y estaba decorado a la manera del guadamecil árabe. Por eso, utilizando una deformación de la palabra Córdoba, a estos zapateros se los llamó corwainer.

 


A fines del siglo XIV, los zapatos eran en punta y se rellenaban con pasto o con pelo para obtener un andar más blando. Para ese entonces se habían suplantado las tiras y nudos como estilo de sujeción, por hebillas y pasadores.
El Renacimiento trae aires de cambio y se impone el calzado más ancho y las telas de colores.



A partir de 1540, las puntas redondeadas y los materiales lujosos fueron la moda obligada que sólo podían seguir las mujeres adineradas, ya que las telas tenían poca duración y había que renovar calzado muy seguido. Fabricio, el zapatero personal de María Tudor, le confeccionó en 1554, cerca de cincuenta pares de zapatos de terciopelo, estilo zapatillas de baile, botitas y chinelas forradas en seda roja.
En la literatura tradicional, el calzado tiene un significado simbólico. Antes de 1900, los pies de las damas eran sinónimo de castidad. Para muchos, el pequeñísimo zapato de cristal de La Cenicienta es un emblema de virginidad. El gato con botas, El Mago de Oz, La zapatera prodigiosa y tantas otras fábulas y leyendas, atribuyeron al calzado poderes mágicos. ¿Quién no recuerda el dramático final de Vicky, la heroína de Las zapatillas rojas, una bailarina que no puede controlar su calzado de baile y termina atropellada por un automóvil?


En un artículo insólitamente dedicado al dedo gordo, el escritor George Bataille comentó el papel que en España desempeñó el pie femenino durante el siglo XIX: “El simple hecho de dejar el pie calzado fuera de la falda era considerado indecente. En ningún caso era posible tocar el pie de una mujer, siendo ese hecho más grave que ningún otro.”
Pero es justamente a finales del siglo XIX cuando el acortamiento gradual de las faldas produce una explosión de creatividad en los diseños y materiales de confección del calzado femenino. Es allí cuando deja de ser un simple elemento para cubrirse los pies y caminar sin lastimarse y se convierte en un artículo decorativo y hasta de seducción.



El siglo XX liberó al pie del pudor y los zapatos femeninos asomaron su empeine bajo las faldas. Las cocottes de París impusieron los zapatitos de cordobán abrochados, las botitas rusel de distintos colores y las polacas, de taco muy alto, con una caña que llegaba a la media pierna, que solían tener veintidós botones y formaban parte de la vestimenta exigida por los libertinos junto a la lencería negra y el pelo suelto.



La Goulue (la golosa), conocida bailarina del Follies Bergère y modelo de Toulouse-Lautrec, impuso una moda que hizo época: obligaba a su amante, el Gran Duque Alexis, a que bebiera champaña de su zapato.
Entre 1906 y 1914, en la Argentina, Madame Paquin pone de moda los zapatos para bailar tango, de color naranja y con tacones. Al mismo tiempo, se acorta la pollera de manera dramática.



Si bien los tacos altos y las plataformas de hasta 70 cm —como los chadines de Venecia del Renacimiento— hubo en todas las épocas, el taco más femenino y seductor de la historia es el “aguja” que nace de la mano de Dior en los 50 y obliga a los fabricantes de medias de seda a inventar el complemento ideal, que haría temblar de pasión a los señores de la época: las medias con talón en punta y costura realce. 
Marilyn Monroe decía: “No sé quién inventó los tacos altos. Pero todas las mujeres le debemos mucho a esa persona.” Y era cierto; gran parte de su erótico contoneo de caderas se debía al andar con tacos de diez centímetros.
La industria del cine no dejó de explotar el fetichismo del calzado, y cuando Luis Buñuel eligió zapatos con hebillas cuadradas de plata para Catherine Deneuve, que era la protagonista de Belle de Jour, estaba enviando señales muy claras que simbolizaban la doble vida de la mujer de la historia —dama de día y cortesana de noche—, dado que las hebillas son usadas tanto por los mozos con librea como por los altos mandos eclesiásticos. Y Federico Fellini hace que, en su película La dolce vita, Anita Eckberg, en su papel de libertina, arroje sus zapatos a la Fontana di Trevi.
El arte no quedó exento de la atracción que provoca el calzado femenino en los hombres. Salvador Dalí prefería a Gala desnuda, pero con zapatos. Ese fetichismo lo plasmó en una obra que consiste en un zapato de taco alto en cuyo interior hay una copa de leche.
De cuero crudo, de tela, bordados con hilos de oro, con tacos o sin ellos, recamados con pedrería o lisos... los zapatos femeninos han pasado por todas las modas y todas las tendencias. Sin embargo, siempre queda algún detalle nuevo para el asombro y la seducción.

 






viernes, 19 de abril de 2013

GRACE, MAS QUE UNA FANTASÍA!!

Estuve recordando aquel documental, que una vez en clase vimos The september Issue de VOGUE USA, lo vi de vuelta y no pude dejar de fascinarme por el trabajo que allí desempeñaba el personaje a quien dedicare esta nota. No, no .... no se confundan no hablare de Anna Wintour, a quien obviamente admiro y admirare por siempre, hablare de su complemento, de esa persona quien llena de fantasía y romanticismo cada producción que realiza.

“Grace es un portento, no existe nadie como ella que pueda visualizar una fotografía, comprender el rumbo de la moda o realizar esas magníficas fotos. Es extraordinaria”  
Anna Wintour


Pamela Rosalind Grace Coddington nació el 20 de abril de 1941. Se crió en un hotel costero con poco encanto que quedaba desierto en invierno, sepultado bajo una fina y persistente lluvia. De madre estoica y padre introvertido, fue una niña solitaria y enfermiza que dejó la isla a los 18 años, en 1959, para buscar fortuna en Londres con su amiga Angela. “Anglesey no brindaba muchas opciones: o acabas en una fábrica de relojes o de camarera”, escribe en su libro “Grace: A Memoir”










Con buen criterio, una amiga de la familia le recomendó un cambio de firma, ya que su tercer nombre era más carismático que el primero. Recortó un cupón de la revista Vogue, que ya era su favorita, y se apuntó a un curso de modelo de dos semanas por 25 guineas en la academia Cherry Marshall. “Ser modelo parecía el modo perfecto de fugarme a un mundo de riqueza y emoción, la oportunidad de viajar y encontrar personas interesantes (…). Además me encantaba ver ropa bonita en bonitas fotografías, y ahí soñaba con estar yo”.

Grace inició su carrera como modelo gracias a que gano aquel concurso; ganó en jóvenes promesas y desde ahí todo vino rodado, se mudó a Londres y se convirtió en modelo profesional. Su carrera tomaba gran velocidad, pero una trágica accidente de tráfico que le cortó el párpado izquierdo en 1961, puso fin a este camino. Cinco operaciones de cirugía la tuvieron apartada del negocio durante dos años. 

Pero esto no aparto a Coddington del mundo de la moda, tras su recuperación le ofrecieron trabajo en Vogue UK como editor junior y a partir de ahí su carrera fue imparable. 
Los caminos de Coddington y Anna Wintour; se cruzaron en Londres. Grace de hecho, abandonó el Vogue británico en 1987, pocos meses después de que Wintour fuera nombrada directora de la revista. Una oferta como directora de diseño en Calvin Klein y su relación con el peluquero Didier Malige – que vivía en Nueva York y es todavía su pareja– fueron los argumentos que Coddington esgrimió, aunque nunca ocultó diferencias creativas con Wintour. “Ella estaba mucho más interesada en lo sexy que yo”, dijo entonces. Wintour recibió la noticia el día de su 38º aniversario y admitió: “Hubiera preferido otro regalo de cumpleaños”.
En Calvin Klein, Coddington comprendió cuánto echaba de menos las revistas. Cuando, un año después, Wintour accedió a la dirección de la edición estadounidense, Grace llamó para felicitarla y le preguntó a su asistente si creía que la dejaría volver. Anna la citó unas horas después, ese mismo viernes, y le dijo: “Empiezo el lunes. ¿Quieres empezar conmigo?”.
 


Grace es una apasionada de su profesión, se deja la piel en cada editorial, en cada sesión de fotos, no podría haber trabajado en otra cosa que no fuera la moda. Es una editora como las de antes, sigue vistiendo ella misma a las modelos:

"Debo de ser la última editora de moda superviviente que viste a las modelos en vez de dejarle la tarea a un ayudante. Para mí es crucial. El camarín es el único lugar que te queda para comunicarte con la modelo y transmitirle tu idea de qué estado de ánimo quieres reflejar sin interferir con el fotógrafo”. 
Es una romántica empedernida, creativa, poética, ecléctica. Ella no hace fotos sin más, cuenta historias.
 “Uno de los aspectos de mi trabajo que más me interesan es darle a la gente algo con lo que soñar, igual que soñaba yo de pequeña mirando fotografías. Todavía tejo sueños y me inspiro en todo lo que puedo, buscando la parte romántica del mundo real, no del digital”.
Aprecia alguno de los trabajos de esta estilista y directora creativa de VOGUE USA, son bellisimas imagenes!!
Grace Coddington, es un testigo irreemplazable de la historia de la moda.



martes, 16 de abril de 2013

FERIA PURO DISEÑO 2013/ADELANTO

Como ya les habia informado, este año se llevara a cabo la Feria Puro Diseño 2013, que se realizara en la Rural del 21 al 26 de Mayo. 



Les dejo aquí, un pequeño adelanto de lo que se vera en la feria, en el campo de la Indumentaria y la moda.

VIACHE
Cartera de cerezas

CHIMMY CHURRY
Nautica Animal

SIMONES
LITTLE THINGS
Bolso Nolita

SARAH JESSY JONES
PURA PORQUERIA

LAS PILARES
Creep Platiado

COLLAR DE CAUCHITOS

BOMBAY BLESS

VISCERAL
Botitas con tachas.

SOLE & SOUL
zapatos de papel.

Para mas información sobre la feria visita: